Mirandote, mirandonos... pero yo mirandote un poco más, asi es como me sentí en aquella ocasion.
Tus besos tenian sabor engañoso, tus ojos un parpadeo raro... casi mentiroso, poco podia comprender.
De tus manos no encontraba fuerza, y poco a poco el espacio entre palma y palma se fue agrandando, perdi sentido, el tiempo simplemente se detuvo.... se termino.
Mi corazón exclamaba dolor, gritaba... tan solo latia aturdido, el temblor de piernas lo acompañaba.
Como poder explicarte lo que sentia, como poder tan solo gritar y detener tu partida... te desvanecias entre calles, gente, edificios, y un sin fin de ruidos.
El adios era eminente, y el dolor era un hecho.
Tus besos tenian sabor engañoso, tus ojos un parpadeo raro... casi mentiroso, poco podia comprender.
De tus manos no encontraba fuerza, y poco a poco el espacio entre palma y palma se fue agrandando, perdi sentido, el tiempo simplemente se detuvo.... se termino.
Mi corazón exclamaba dolor, gritaba... tan solo latia aturdido, el temblor de piernas lo acompañaba.
Como poder explicarte lo que sentia, como poder tan solo gritar y detener tu partida... te desvanecias entre calles, gente, edificios, y un sin fin de ruidos.
El adios era eminente, y el dolor era un hecho.
Luis R. Parodi

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