Entre la multitud, me tocó.
Lo miré fijo y sus ojos verdes impregnaron automáticamente mi sangre.
No pude resistirme y me dejé llevar por sus manos al lado de su anatomía.
No podía sostener la mirada. Solo pensaba en la temperatura de su piel y en la velocidad de sus pasos.
Mi mundo quedó estático, detenido ante sus ojos...
En un simple cortejo, terminamos amándonos sobre sus sabanas.
Bebí su respiración y toqué cada rincón de sus huesos.
Lo contemplé.
Me despidió con melancolía y labios que pronunciaban un futuro.
Mis pies abrieron paso sobre la calle por la mañana. Pensaba y temblaba.
El cielo me acompañaba y las hojas musicalizaban, los pajaros aún dormían...
¿En que momento se robó mi piel con sus besos?
¿En que momento mis lagrimas se convirtieron en lluvia sobre mi rostro?.
¿En que momento te extraño más que al invierno?.
Improvisé mil mascaras, pero no puedo fingir más, te extraño.
Hoy manejo una tristeza y un desconcierto que marchan descontrolados a toda velocidad por una autopista caótica, la de mi cabeza.
No siento el sabor del tiempo ni el olor de los sentimientos.
¿Porque?
¿Donde estas?, ¿ pensándome u olvidándote de mi entre copas con otro amante?.
Me rehuso a dejar de traerte a mi cama con mis ojos y dibujarte en este espacio, tan impregnado de vos, de mi, de esto que es algo que nunca fue...
Una verdad me invade de frío y trato evitarla imaginando un verano que no existe.
Incompleto.
Soledad y dolor.
Vos, en el pantano de mi corazón.
El brillo es un ausente.
Cada latido lleva tu nombre y apellido... y estos labios piden una vez más el sabor de los tuyos.
Consagré un ceremonial: toxico amor.
¿En que momento mis lagrimas se convirtieron en lluvia sobre mi rostro?.
¿En que momento te extraño más que al invierno?.
Improvisé mil mascaras, pero no puedo fingir más, te extraño.
Hoy manejo una tristeza y un desconcierto que marchan descontrolados a toda velocidad por una autopista caótica, la de mi cabeza.
No siento el sabor del tiempo ni el olor de los sentimientos.
¿Porque?
¿Donde estas?, ¿ pensándome u olvidándote de mi entre copas con otro amante?.
Me rehuso a dejar de traerte a mi cama con mis ojos y dibujarte en este espacio, tan impregnado de vos, de mi, de esto que es algo que nunca fue...
Una verdad me invade de frío y trato evitarla imaginando un verano que no existe.
Incompleto.
Soledad y dolor.
Vos, en el pantano de mi corazón.
El brillo es un ausente.
Cada latido lleva tu nombre y apellido... y estos labios piden una vez más el sabor de los tuyos.
Consagré un ceremonial: toxico amor.
Luis R. Parodi

0 comentarios:
Publicar un comentario