BLOGGER TEMPLATES - TWITTER BACKGROUNDS »

22 de septiembre de 2010

"Ausencia".

Estoy sentado, dimensional, mis perspectivas son faciles de detectar.
Una avenida atraviesa mis ventanales.
Emociones en remojo, y un corazón enterrado en lo profundo de tierras, cocos, palmeras, bosques y un sin fin de compose de plantas y especies.
Lo admito, aún así entre tantas ausencias, estoy asustado.
Un piano que flota, y lagrimas que revotan de un lugar a otro.
Cargas y luces desconectadas, no percibo el gas.
Oscuridad total, oscuridad parcial en mi piel.
Células lamentadose, sangre detenida.
Palabras en una tabla de picar carne, y una mano que poco a poco las tritura.
Soy yo, y estoy asustado... sos vos, y no estas.
Te extraño, y en el aire al terminar de pronunciarlo se condensa, y comienza a desplegarse.
Mis ojos intentan negarlo, mis manos intencionadas se proponen sabotear su vida.
Escribo, me levanto, escribo, me levanto, grito, me levanto, escribo, grito, me levanto.
Estoy desconectado, estoy siendo sin ser.
Las paredes no tienen sentido.
Momentos tildados en el refrigerador, y un par de piezas de pasión reposando en mi cama.
Ropa anónima, extraño, se dibuja sobre el piso de mi habitación.
No lo comprendo, no lo soy...
Fotosíntesis detenidas, y una luna ausente.
Lo siento, te siento aún entre mis tendones, en mi articular.
Las cosas se desdibujan, y me pierdo entre segundos.
Restos de ausencia sobre mis labios dañados.
Trato de consagrarlo pero solo se trata de eso, de ausencia.


Luis R. Parodi

19 de septiembre de 2010

"Ecuaciones sensacionales, son treinta y cinco pisos".

Permeabilidad, integridad, totalidad, dimensionalidad.
Restos de carmesí sobre mis escamas, me proyecto en ojos cerrados y cuerpo desparramado.
Un nuevo cuerpo amante, partió...
Y es ahi donde mi realidad comienza a tomar consistencia.
Las sabanas, como la tierra en un cementerio, cubren parcialmente mi anatomía.
Me quité los ojos, las orejas, no siento, no oigo, estoy transportado.
Los ventanales atraviesan toda la ciudad, las luces se condensan con las cortinas.
Pies entrelazados, ilusiones que reposan sobre una mesa, y sentimientos en un vaso de agua.
El parqué esta más quieto que de costumbre, los dedos hoy ya tanto no lo caminan, la piel no lo aborda como de costumbre...
Cada rincón de la casa luce despreocupado, quietud.
Del techo comienzan a brotar cartas con mi nombre en destino, el piso se entorpece, las lagrimas que oculté se revelan y comienzan a escaparse.
Todo colapsa.
La humedad en mi alrededor me despierta, me cortejo en puntas de pies.
Despliego mis trajes, me envuelvo en miedo, y cubro mi rostro con timidez.
Tanto pretendía negarlas, pero ahí están... brotando como un caño descolocado, como un rio, mis lagrimas, empapando cada centímetro, cada recuerdo, cada momento negado.
Me desespero, pienso en las personas que habitan arriba, las de abajo, y en este caudal de agua que fluye sin igual.
La ciudad luce quieta, mi corazón esta quieto.
Marco perímetros, calculo sensaciones y respondo las ecuaciones de mi mente.
Requerimientos y necesidades, te extraño.
No pretendía hablar de amor, pretendía dormir, esconderlo... pero se desbordó.
Hasta mi cuello, aún así ardo, en un fuego de desconcierto, de descontrol... ardo porqué estas lagrimas lucen furiosas, queman.
Las asumo, como resultado de un calculo, supongo el acto donde se evaporan, me dejan tranquilo, y todo forma parte desde un cero total.
Brisas en detalles, sonrisa simulada.
Parten, se escurren, treinta y cinco pisos bañados en mis lagrimas... será, no será, no lo sé.
Proyecto, espero, y parto.
Un sueño, dos, tres, cuatro, veinte, cien, están ahí esperando a depositarse en mi cabeza, me quito todo nuevamente, no oigo, no siento, no miro...
¿35 pisos volverán a sumar?
Espero estar listo para la próxima revelion.

Luis R. Parodi.

"Soy incoherencias".

Dibujo relojes en cada porción, plasmo los momentos, y quito los segundos que se me antojan.
Plasmo otra vez, siento, grito, acabo, y vuelvo a empezar.
Telas entorpecidas, y una sonrisa malévola en mi rostro, dientes picados, y ojos aturdidos.
Trato de compactar lo que siento, lo que pienso, lo que creo y lo que soy.
Dedos acelerados, sus huesos lucen algo evidentes bajo la piel.
Delicadeza perdida, sutileza desintegrada, soy un espectro, soy lo que muchos no quieren ver.
Aún así estoy acá, con el correr de la sangre caudaloso entre mis organos.
Girando y mirando, mirando y girando, mis pies sobre la calle, mis rodillas en el espacio, un ser más, un punto más en la existencia total que consagra unidad.
Soy, no soy, vuelvo a ser.
Se inyecta en mi piel, lo escupo, lo hago desagradable, me toco y te pienso, nos pienso, los pienso.
Soy eso, soy aquello, soy eso que se enreda desde tus pies, y se apodera de tu corazón, escondo los ecos de tus gritos, impido su rezonar por las calles, silencio nuestros pasos y forcejeos.
Un deseo, un suspiro, una pesadilla... no sé, pero algo de eso soy.
Soy veneno, soy una dosis alta en las venas, soy eso, soy aquello, solo soy.
Mis ojos no dicen nada, mi cuerpo se encorva, y en libro colmado de hojas blancas sin sentido, comienzo a redactar, aquello que hoy es, mañana será, y después se olvidara...
En cada hoja voy a dejar la potencia de mi pulso, la evidencia de un calibre, voy a dejar un par de disparos productos de mi dolor, de mi torpeza, de mi rencor, de mi corazón furioso.
Percibo un gusto, placer entre mis dientes y mis labios, se relame.
Puedo dibujar mil sonidos, mil instrumentos, entorno, subjetividad, mis pensamientos, los tuyos, los nuestros, mi locura, incoherencias, lo que se me antoje esta presente... tan fácil no se va a entender.
Sangre y pisadas, gritos y lagrimas, todo una situación con horror de muy buen gusto, los sonidos más tétricos y los arboles más grandes, más secos y esqueléticos.
Escribo más de un cuento a la vez, mis sentimientos salen en cascada y salpican tu rostro, atontado y desconcertado.
Estoy loco, ¿estoy loco? no lo sé.
Pongo fin a esta serie de desconciertos, de cosas, de incoherencias, lo consagro como lo mejor y le otorgo un titulo que lo hago apetecible.
Parto, me retiro y desaparezco.
Aún así una parte mía, te quema bajo los pies.

Luis R. Parodi

13 de septiembre de 2010

"Tiempos dimensionales, tiempos de amor, tiempos pasados de un nosotros que hoy ya no es".

Escribiéndote sobre mi piel, dibujandote dentro de mis pupilas.
Tallandote en mis cisuras, y a modo de ironía, olvidándote.
Sensaciones, pensamientos, miradas y recuerdos.
Un corazón ausente, y mil sentidos pausados.
Un momento, un amor, dos días, cinco años, un recuerdo.
Cada charla en las escaleras de algún lugar ajenos a nosotros, amándote con mis ojos, pensándote y delirando en secreto, mientras te contemplo....
Cada lagrima, cada desencuentro, cada palpito.
Tantos impulsos reprimí, como aquel, en donde tenía ganas de besarte y consumir totalidades mundiales, en ese instante, solo vos y yo.
Cada paso que dimos juntos y en los que te amé.
Dos desconocidos, ¿dos amantes?, ¿que fuimos?.
Te volviste a perder entre pavimentos en direcciones y ladrillos sumados consagrando edificios.
Te busco, quizá, quizás no, la verdad que no lo sé... pero lo admito, te pienso.
Pienso en vos, en como algo que viví pero no lo viví en la forma que pretendia, hasta al punto de llegar a considerar que no lo viví, fue un verbo propio en donde nos involucré a ambos, y vos, sin saber, vos solo haciendo lo tuyo, amistad, amor, idas y vueltas, lo que fuera.
Te amo, sí, no puedo negarlo... por más que sumen cinco años (los que son), seis, siete, ocho, nueve, diez, once, etc (los que no son pero podrían ser, no sé porque lo pienso, lo supongo y lo creo)
Una vez más quiero estar ahí, junto a vos, junto a nosotros, sobre algún escalón, perdidos en la madrugada, y haciendo de eso, de eso que una vez yo lo llamé amor, eso que cuando se sustanciaba, yo me volvía loco, me inyectaba, me anesteciaba.
Lloro, mentalmente, y asevero, fuiste lo mejor, a pesar de que más veces lloré y sentí que todo era un desencuentro voluntario, un amor negado, fue lo mejor, porque hoy lo que siento a escondidas, de lo que solo guardo para mi, eso que sos vos, somos vos y yo en un tiempo pasado, es mi historia, mi primer amor.
Quiero una vez más tus ojos en mi enfoque, una vez más esas manos desastrosas, esas uñas consumidas, esa sonrisa modesta, y ese pelo despreocupado, ese andar pausado, ese hablar bien expresado y gesticulado, esa dimensión que consagrábamos, en unión, en encuentro.
Te amo, te quiero, te odio.... juego a mil cosas.
Escondo secretos bajo mi cama, momentos detrás de la pared, y unos cuantos suspiros y besos que no te dí, bajo una que otra baldosa.
Te extraño, lo sé, te amo, no sé, estoy dudoso, reestructuracion súbita, lo pienso sin querer, me acuerdo queriendo.
La jota, no es una letra, sos vos, es tu inicial, es mi vida, es un tiempo de cinco años.
Hoy sé quien soy, hoy no te busco, pero espero, anhelo encontrarte.
Me voy a mi cama, donde puedo pensarte en intimidad, en oscuridad, y entre lagrimas ahogadas en un par de hilos formando telas.
Y por la mañana despertar, y seguir, desarrollándome hasta que tu recuerdo se me cruce, y volver todo a una terapia intensiva, mis sentidos, mis anhelos.
Aún así, para la próxima vez, te amaré un poco menos, y te extrañaré mucho más.

Luis R. Parodi.

4 de septiembre de 2010




¡ Vuélvete estúpido, no te detengas !
¡Vamos, todos seamos estúpidos!